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LAS REDES SOCIALES DICTAN LAS NORMAS:
LA TÓXICIDAD DE INSTAGRAM
En pleno 2020 y, lo que es más, en plena pandemia de Coronavirus, la gente y, en especial los jóvenes, pasan mucho tiempo con sus teléfonos móviles.
La cuestión está en que, cuando utilizan los móviles, bastantes horas al día, no están sino en redes sociales. En concreto, con las reinas de las RRSS actuales: Instagram, Twitter y el recientemente popular TikTok (siendo francos, Facebook pasó a ser usado por personas más adultas, ya no está de moda entre los jóvenes).
Esta gran parte del tiempo que se dedica a las redes hace que los jóvenes puedan estar al día de qué es lo que se lleva: qué maquillaje, qué tipo de humor, qué meme, qué ropa, qué estilo. Aquí debemos hacer unas diferenciaciones a mi parecer importantes: La primera es que el humor es marca España, si hay algo que caracteriza a los españoles es el sentido el humor, sabemos hacer sátira de todo, por muy seria que sea la situación, eso es algo que admiro. La segunda es que Twitter es el templo de dicho humor mientras que, aunque en Instagram también abundan los memes, esta es la plataforma en la que la gente muestra lo mejor de sí misma a través de fotografías y momentos compartidos. Los propios jóvenes han diferenciado el “mundo deprimente y realista de Twitter” y el “mundo perfecto y artificial” que es Instagram.
Ahora, si antes comentaba que el humor es marca España, a la hora de publicar fotos de nosotros mismos en las cuentas personales, el estilo de fotografía, la ropa, el maquillaje, la edición e incluso el posado, son importación de EEUU. Allí las influencers o “instagramers” abundan y son las que marcan las tendencias, incluido el recién revivido estilo del 2020.
@alexadimple en Instagram
@holly.jai en Instagram
@lolitajadeusa en Instagram
@aesthetic_doses en Instagram
@lolitajadeusa en Instagram
Parecen sacadas de 2005 ¿verdad? Pues lo cierto es que son fotografías recientes de chicas que siguen la tendencia actual de la moda y la estética de los 2000.
Lo mismo ocurre con las tendencias en maquillaje, aunque estas son marca 2020, con colores vivos y brillantes, eyeliners marcados y, más allá del típico color negro, coloridos. El maquillaje se caracteriza por ser innovador, con formas imposibles y extremas, dando rienda suelta a la imaginación. Esta tendencia tiene su raíz en la serie Euphoria que el pasado año sorprendió con unos looks nunca antes vistos que hicieron un gran impacto en sus espectadores.
Aquí algunos de los looks de la serie Euphoria
Euphoria HBO
Euphoria HBO
Euphoria HBO
Euphoria HBO
Euphoria HBO
Euphoria HBO
Y ahora algunos de los looks de moda que abundan en las redes:
@jazzvenegas em Instagram
@jazzvenegas em Instagram
@jazzvenegas em Instagram
@jazzvenegas em Instagram
Por otro lado, la delgadez sigue siendo un imprescindible, es más, las cinturas especialmente marcadas son tendencia. Esto choca con el movimiento body positive que lucha por la admisión y la aceptación de todo tipo de cuerpos, sin embargo, las chicas que logran la fama con sus fotografías son delgadas, se aseguran de marcar la cintura y resaltar las caderas, logran la forma de un reloj de arena.
Si bien es sabido, que las propias “chicas de Instagram no tienen los cuerpos de las chicas de Instagram” es decir, la edición juega un gran papel en esto, miles de aplicaciones ayudan a que los jóvenes retoquen sus cuerpos fácilmente, una de las más populares es “Facetune”
Muchas cuentas en la propia plataforma se dedican a desmentir los engaños de las celebrities, montrando fotografías subidas por ellas en contraste con otras tomadas por paparazis. Este video de Yiseni Perez habla muy bien del tema:
Es debido a todo esto por lo que podemos deducir que Instagram es, en resumen, una red tóxica, miles de imágenes de caras y cuerpos perfectos y manipulados llegan a nosotros cada día, miles de caras y cuerpos con los que compararte. Esto sin contar la “competencia” subyacente ya existente de seguidores y “me gusta” en las publicaciones, cuánto más aumenta tu cifra más aumenta tu popularidad (e incluso para algunas mentes envenenadas la valía de una persona) aunque esto no siempre se traslada a la vida real (es más, recordemos que Instagram es más bien una distorsión de la realidad, una selección de momentos pasados por un filtro de color rosa).
Además, la aplicación lleva consigo un buscador con memoria que hace que lleguen a ti las cosas que te parecen interesar (es decir, si muestras interés en cuentas/fotografías de maquillaje, en tu buscador o “feed” saldrán fotografías de maquillaje) lo cual hace que nunca estemos complacidos. Si lo que te interesa es la moda, en tu “feed” aparecerán chicas que llevarán miles de bolsos y vestidos, por lo cual, por lo general, siempre pensarás que necesitas más de lo que ya tienes. Una constante sensación de no ser suficiente y no tener suficiente.
Es decir, y según El Plural, los jóvenes denuncian que Instagram ha provocado un aumento tóxico por la preocupación de la propia imagen; la sensación del síndrome FOMO (patología psicológica descrita como una aprensión generalizada de que otros podrían estar teniendo experiencias gratificantes de las cuales uno está ausente), tener que estar conectado constantemente para no perderse nada; el posible acoso en línea; la ansiedad y los problemas para dormir.
Se podría hablar de un debate ¿de verdad merece la pena Instagram? ¿trae más veneficios? ¿afecta demasiado a la salud mental? ¿tendríamos menos complejos si nunca hubiera existido?
"Los jóvenes que pasan más de dos horas al día en redes sociales como Facebook, Twitter o Instagram son más propensos a sufrir problemas de salud mental, sobre todo angustia y síntomas de ansiedad y depresión", recogen en el estudio, realizado por la Royal Society of Public Health y la Universidad de Cambridge.
"Ser un adolescente es ya suficientemente difícil, pero las presiones a las que se enfrentan online los jóvenes son sin duda únicas para esta generación digital", aseguran los autores del estudio.