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EMMA PEREIRA: “ME GUSTARÍA QUE NO HUBIERA UN ESTILO ÚNICO Y QUE SE BASARA EN UNOS VALORES"

CRISTINA ALFARO GARCÍA

Emma Pereira junto con su madre, Mercedes Pérez, son las propietarias de la tienda de ropa de segunda mano Cherry Bomb que en julio hará cuatro años. Es la primera tienda de Albacete que su ropa se vende al peso y el origen de sus prendas es estadounidense. Con la tienda buscan que el consumismo que existe de 'comprar por comprar' acabe, para que la gente vista como realmente quiera sin importan las tendencias.

- Comenzar con un negocio es complicado, pero aún más lo es si consiste en una tienda de segunda mano, ¿por qué decidió abrir la tienda en Albacete a pesar de los riesgos que podía tener?

La tienda la abrimos mi madre y yo. Yo estudiaba en Zaragoza y allí había una tienda que estaba empezando con el tema de la moda sostenible. Cuando la vi sentí una corazonada y dije esto en Albacete funciona seguro. Cuando volví a Albacete no encontraba trabajo, entonces convencí a mi madre y empezamos a buscar local. Siempre he tenido la fe de que una tienda así pudiese funcionar en Albacete. Porque pienso en que hay gente igual que yo, que se ha ido a estudiar fuera y no ha conseguido lo que quería y ha vuelto aquí. Teníamos claro que era difícil, pero no imposible porque es una ciudad bastante grande.

- Una de las principales características de vuestra es que el precio de las prendas va al peso, ¿por qué decidisteis este método de pago?

Básicamente porque es lo que había en Zaragoza. Hay una franquicia que se llama Flamingos Vintage Kilo que también está en otras ciudades, en un principio íbamos a hacer una franquicia, pero finalmente no surgió. Pero lo del peso es como un hándicap, tal y como está el tema del precio si no fuera porque vendemos al peso muchas cosas ni las venderíamos. Lo bueno que tiene el precio es que controlamos un poco al público y tiene más o menos fijo el precio que se van a encontrar. En la mayoría de las tiendas vintage y de segunda mano venden al peso. Ahora ya no porque se están poniendo muchas prendas de moda y las venden a pieza porque son seleccionadas, pero lo normal es que lo vendan al precio, ya que es bastante más cómodo.

- Vuestra ropa es importada directamente desde Estados Unidos, ¿cómo lleváis a cabo este procedimiento?

Trabajamos con proveedores que trabajan a su vez con prendas exclusivamente de Estados Unidos. Aquí en España hay un par de proveedores que se dedican especialmente al tema de ropa de Estados Unidos. En Estados Unidos hay centros comerciales llenos de ropa vintage, pero en Europa no ya que entre 1945 y finales de 1950 estaba prácticamente devastada, entonces la producción que había era muy poca. De hecho, aquí en España, ropa de segunda mano vintage apenas ahí. La que te encuentras es muy limitada y suele ser de los 80 y 90 o de resto de tiendas. En Estados Unidos no, una vez que estalla la Segunda Guerra Mundial una manera de impulsar la economía fue consumir, y además el producto que creaban era de buena calidad.

- A la hora de elegir la ropa que vais a vender en vuestra tienda, ¿tenéis en cuenta los materiales para que sean los más adecuados y respetuosos con el medio ambiente?

¿Sabes lo que pasa? Que la ropa de segunda mano en general ya es respetuosa con el medio ambiente. La ropa de segunda mano como ya ha sido lavada, las piedras sintéticas que se puedan soltar ya se han soltado. Entonces el tema de que la prenda sea más o menos amable y respetuosa con el medio ambiente no lo miramos porque ya lo es. Lo que hacemos ya es respetuoso con el medio ambiente porque no estamos creando ropa, no contaminamos con tejido, las fibras sintéticas ya la han soltado, no se contribuye al abuso ni maltrato animal, porque, aunque vendamos piel, seda o cualquier material de origen animal la industria que vive de eso no está consiguiendo dinero cuando alguien compra una chaqueta de segunda mano.

- En los últimos años se ha empezado a hablar más de la moda sostenible, ¿qué papel cree que juegan las empresas de segunda mano en la sociedad actual?

Creo que la ropa de segunda mano tiene un papel muy importante por el hecho de reducir los gastos de efecto invernadero y de conseguir más derechos sociales en vías de desarrollo como China o Bangladés. En ese sentido tienen mucho papel, pero también tienen una cierta responsabilidad de acercar a la gente a la moda sostenible. Muchas tiendas de ropa vintage en España quieren hacer negocio de algo que no es. No hay que vender la ropa ni a 2 o 3 euros porque hay que darles a las prendas el valor que tienen, pero tampoco poner la mayoría de las prendas a un precio excesivo. Esto lo que hace es alejarse de la idea de ayudar al planeta. Ahora lo que pasa es que hay muchas tiendas de ropa vintage porque está de moda, entonces no está la idea de que por cuidar el medio ambiente compro en esta tienda sostenible. Para mí el valor histórico de la ropa vale mucho, pero es verdad que no estamos acostumbrados a gastarnos mucho dinero en una prenda que sabemos que va a durar, preferimos irnos a Primark con 100 euros y tener ropa para toda la temporada antes que a Levis y llevarnos unos pantalones y una camiseta de buena calidad. En tema de calidades, la gente, y sobre todo la gente joven no sabemos apreciarla. Hace falta concienciarnos y decir prefiero pagar un poco más, pero sé que es de calidad.  

- ¿Cree que la gente está más concienciada con la moda sostenible que hace unos años?

Si, yo creo que sí, sobre todo, la gente joven. Aunque si es verdad que hubo un boom con la ecología. Ahora lo que no quita que creo que el tema de vintage está teniendo tanta fama por el tema moda, porque ahora las tiendas más comerciales sacan prendas que parecen antiguas. Entonces al final se lo termina comprando, pero no porque cuide al medio ambiente, sino porque quiero parecer vintage porque es lo que se lleva.  

- Cada año salen nuevas tendencias, por lo que estas se renuevan constantemente. ¿Qué argumentos les daría a estas personas que afirman que es necesario comprar ropa que no haya sido utilizada?

¿Por qué fabrican entonces tanta ropa? Hay algunas marcas de ropa que al final de temporada queman las prendas que les sobran, y no solo contaminan la producción si no que al destruirlo también. Esto es un ejercicio de autorreflexión de decir ¿y por qué sobra tanta ropa? Porque normalmente hay temporada de invierno, primavera, verano, otoño, ahora es que meten dos o tres temporadas en cada periodo, entonces hay muchísima ropa. Pero también lo que te están vendiendo es la idea de cuanta más ropa tengas, vas a ser mejor ciudadano, no mejor ciudadano éticamente, pero si social y posicionado.

- ¿Cómo podemos aportar un granito de arena cada ciudadano para ayudar a la moda sostenible?

Yo creo que, yendo a tiendas de segunda mano, pero luego también dándole la oportunidad a todo tipo de prendas. A mí en tienda me viene muchísima gente con bolsas de ropa y nosotras no compramos ropa. Hay que plantearse que si me compro una camisa de calidad no me va a hacer falta comprarme otra para la temporada siguiente, entonces cambiar un poco el chip de preferir comprar calidad y luego intercambiar ropa para promover la economía circular. Por ejemplo, hay gente que hace quedadas con sus amigas para intercambiarse la ropa y darle así una segunda oportunidad a la ropa.

Desde su propia opinión, ¿cómo le gustaría ver el mundo de la moda en unos años? 

Me gustaría mucho que cambiase la mentalidad, que no hubiese una moda de consumir por consumir. Yo creo que ahora está cambiando mucho, pero aun así va mucho por moda, por ejemplo, el año pasado se llevaba el pantalón de tiro alto, ahora se llevan los de campana. Me gustaría que no hubiera un estilo único y que se basaran en unos valores. Me gustaría que la gente valorase la ropa y no se pusiera una prenda porque ha visto en TikTok que está de moda.

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