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LA INFLUENCIA DE LA BELLEZA EN LA POLÍTICA
CRISTINA ALFARO GARCÍA
Por el mundo de la política van pasando cada año diferentes partidos, y con ellos nuevas caras desconocidas para nosotros. Normalmente, suelen ser personas maduras con alrededor de 35 – 50 años, pero aún así muchos de ellos suelen ser elogiados por su belleza. Aunque otros suelen recibir insultos por su apariencia, pero todo esto depende de la subjetividad con la que se perciba.
Los políticos están constantemente en las redes sociales y en los medios de comunicación, se puede decir que hasta ‘comemos y cenamos con ellos’. Son personas que vemos todos los días, por lo que si nos resultan atractivos nos será más sencillo oírlos antes de cambiar de canal, que consigan agradarnos e interferir en nuestra opinión pública. Normalmente, nos fiamos más de lo que nos dice una persona bella, que admiramos, a lo que nos dice una que no entra dentro de nuestro estereotipo perfecto, ya que no solemos fijamos demasiado en ella.
Aunque en lo primero que solemos fijarnos las personas es en si una persona nos parece atractiva, no solo nos quedamos en eso. También observamos su forma de vestir, su postura, los gestos que hace, su forma de expresarse, la confianza que tiene consigo mismo, la empatía, su poder de seducción, etc. Si un candidato político posee una buena imagen y comportamiento es muy probable que se convierta en el favorito de las masas, sin importan en ocasiones su discurso político.
Actualmente, el político español más admirado por su belleza es el presidente Pedro Sánchez. Pero hay que decir que esto no viene desde hace poco. Durante el inicio de la democracia, Felipe González se empezó a conocer entre la ciudadanía como “el guaperas”. Comenzó a llamar la atención de las mujeres gracias a su estilo con la ropa y por su peinado al aire. Felipe González se mantuvo como presidente del Gobierno durante 14 años. Lo que nos lleva a pensar si realmente la belleza de una cara puede hacer a una persona presidente.
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Claro está, que la imagen de un presidente del Gobierno es muy importante, ya que es la imagen del país. Durante la presidencia de Mariano Rajoy, varios expertos de comunicación política le recomendaron cambiar su aspecto físico, como afeitarse la barba. A Rajoy no le importaron las recomendaciones y en una entrevista contestó “si al final uno va a que le voten por la cara esto es imposible. Cada uno tiene la cara que tiene y la mía tiene difícil arreglo.” ¿Realmente los ciudadanos juzgamos más a una persona por su físico que por su discurso?
“La cara es el espejo del alma y los ojos son sus delatores” – Marco Tulio Cicerón
De forma inconsciente, la sociedad se ha acostumbrado a que las personas de alto cargo luzcan un buen aspecto. Un ejemplo, es cuando a día de hoy, a pesar de estar en el siglo XXI, aun hay personas que critican a los sanitarios que llevan tatuajes y piercings. Cierto es que como nos mostramos al mundo dice mucho de nosotros y de nuestro carácter, pero no se puede criticar el trabajo de una persona simplemente por no entrar dentro de los cánones profesionales. Un claro ejemplo de esto dentro del mundo de la política es Pablo Iglesias. Es uno de los más criticados, sobre todo por su larga melena que recogía siempre en una coleta. A cauda de este mote, pasó a conocerse como “el coletas”. Aunque ahora que se ha alejado de la política ha decidió cortarse el pelo, lo que nos lleva a pensar si debía llevar el pelo largo por obligación. En cuanto a su forma de vestir, normalmente lucia camisa y en ocasiones corbata, pero casi nunca americana. En el debate por las elecciones de 2019, Casado, Sánchez y Rivera llevaban traje con americana, a excepción de Iglesias, que por dicho aspecto también fue criticado. ¿Valoramos más como viste una persona que su discurso?
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Yuri Morejón Ramírez de Ocáriz es politólogo, en una entrevista afirmó que “la vestimenta es una forma de acercarse o romper la barrera entre el político y el lector.” Normalmente los políticos visten como más cómodos se sienten, solo reciben asesoramiento cuando tienen un debate o deben acudir a un plató de televisión. Los asesores de comunicación se dedican a recomendar como ir vestidos y peinados a los políticos, para que la percepción que los votantes tengan por ellos sea mayor. Como vestimos es otra forma de comunicación, la que se conoce como comunicación no verbal. El politólogo dice además que el político debe lucir sexy para seducir al votante.
¿La forma de vestir de los políticos y de sus discursos están relacionadas?
Normalmente vemos a casi todos los políticos vestidos con trajes, tratando de dar una buena imagen a la sociedad. Pero, aunque parezca que todos ellos van iguales esto no es cierto. Cada imagen esta estudiada para transmitir correctamente el mensaje a los votantes. A continuación, se muestran los casos más relevantes dentro del ámbito de la política española.
PEDRO SÁNCHEZ
Su imagen se ha ido estudiando a lo largo de los años para transmitir a los ciudadanos tranquilidad y cercanía. La ropa que utiliza se ha llegado a comparar en numerosas ocasiones con las que utilizan los demócratas americanos. Los trajes que normalmente lleva suelen ser ajustados y de colores claros, aunque son numerosas las ocasiones donde utiliza una corbata del color de su partido, roja, transmitiendo poder y fuerza. La imagen que da el presidente es de ser una persona cuidada y pulcra. Aunque en ocasiones se le ha visto por la calle con vaqueros, camisa y cazadora, dando una imagen de juventud, seguridad y cercanía.
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PABLO IGLESIAS
A diferencia de sus contrarios, la imagen de Pablo Iglesias no estaba tan cuidada. Suele lucir pantalones vaqueros, camisas blancas remangadas y en pocas ocasiones corbata. Los colores que normalmente lleva son claros, transmitiendo transparencia, bondad, humildad, tranquilidad y generosidad. Su estilo se caracteriza por ser más desaliñado, porque, aunque pueda parecer lo contrario su imagen esta bastante estudiada, ya que quiere mostrar una imagen progresista. El principal objetivo de su imagen es romper con los estilos clásicos y acercarse a las clases sociales más afectadas por las crisis.
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SANTIAGO ABASCAL
El líder de VOX puede que sea la imagen más estudiada en el mundo de la política. Abascal suele aparecer en los medios tanto en traje con corbata o sin ella, sin chaqueta, con la camisa abierta o cerrada. Todo se puede deber a una estrategia de partido. Cuando aparece en ruedas de prensa o en el Gobierno siempre va en traje y con corbata, dando una imagen cuidada y dirigiéndose principalmente a sus votantes. Aunque cuando aparece en otros medios, donde se va a dirigir a público que no son solos sus votantes, lo hace con un outfit más desenfadado. Por ejemplo, cuando acudió al programa “El Hormiguero” lo hizo con una camisa remangada y abierta un poco del cuello. De esta manera no daba la imagen de una persona tan seria y se acercaba más a las clases bajas.
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